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Escultura de San Marcos del Museo de Historia de Madrid

San Marcos, detalle del rostro antes y después de la restauración Pulse para ampliar

Periodo de ejecución: 2018

Inversión: Intervención realizada de oficio por los técnicos del IPCESalto de línea Salto de línea Ficha técnica PDF

Esta talla del S XVIII, con una altura de 180 cm, representa a San Marcos de pie junto a la figura de un león –su símbolo como evangelista– con las alas desplegadas en alusión a la elevación espiritual. La pieza, realizada en madera tallada y policromada, pertenece al Museo de Historia de Madrid y es un magnífico ejemplo de la escultura barroca madrileña, obra del escultor Alonso de Villabrille y Ron. La obra manifiesta gran realismo y detalle, tanto en la ejecución de la talla como en la policromía. El rostro presenta dos capas pictóricas, la inferior al temple y la superior al óleo, ambas con acabado mate. Destaca la espléndida policromía de los ropajes, realizados mediante la técnica de dorado al agua sobre bol rojo, y estofados al temple, minuciosamente dibujados, combinando el oro con tonos predominantemente claros.

Talla de San Marcos después de la restauración. Pulse para ampliar

El soporte de madera se encontraba en general en buen estado de conservación, no se apreciaba ataque de xilófagos ni grietas significativas, con excepción de la pérdida del dedo meñique en la mano derecha del santo. Por el contrario, la policromía presentaba un estado de conservación deficiente, se apreciaban multitud de desprendimientos de estratos, pátinas, desgastes, repolicromías, repintes y pérdidas de capa pictórica. Las vestiduras aparecían cubiertas por una pátina de color aplicada de forma muy desigual, con el objetivo de cubrir las alteraciones y desgastes de la superficie. Las grietas estaban recubiertas de gruesos depósitos de acetato de polivinilo y resina sintética, aplicados en la mayoría de los casos directamente sobre la policromía original, extendiéndose ampliamente sobre la superficie pictórica. En algunas zonas se podía apreciar la huella dejada por la espátula, así como goterones sobre la superficie.

Antes de iniciar los trabajos de restauración se realizaron analíticas de las diferentes capas de policromía y radiografías para comprobar el estado de conservación tanto de la capa de policromía subyacente como del soporte. Una vez obtenidos todos los resultados se determinó el tratamiento de restauración más idóneo para la pieza, garantizando el respeto absoluto a la obra.

La intervención se inició con la fijación de los distintos estratos, y continuó con la limpieza de las diferentes superficies, eliminando puntualmente repintes y pátinas. Atendiendo a los criterios de discernibilidad y reversibilidad, se establecieron varios niveles perceptivos de reintegración según la localización de las pérdidas. En base a estos criterios, las pérdidas que dejaban al descubierto la preparación blanca se entonaron con veladuras de acuarela en un tono neutro. Por otro lado, las áreas de lagunas de estuco se reintegraron con acuarela y maimeri, ajustando el color y el dibujo mediante las técnicas ilusionistas, regattino o puntillismo. Por último, en las zonas donde se han conservado las reintegraciones anteriores, éstas se igualaron a la tonalidad y dibujo circundante con veladuras de acuarela y maimeri. Finalmente la pieza se barnizó para proteger la superficie de los agentes externos.

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