El Castillo de Montearagón es un bien de titularidad estatal adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte. Goza de la condición de Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento desde junio de 1931 circunstancia que ha sido completada mediante Orden de 29 de mayo de 2007 del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.
La fortaleza se sitúa en Quicena, a pocos kilómetros de Huesca en dirección a Barbastro sobre un promontorio rocoso cuyo origen se remonta al reinado de Sancho Ramírez quien la mandó construir en 1086. Diez años después, con la reconquista de Huesca por el rey Pedro I, se convirtió en uno de los monasterios más influyentes de Aragón. La Desamortización ocasionó su abandono en 1835.
El recinto de planta poligonal se encuentra rodeado por una muralla doble con camino de ronda. Llegó a tener diez torres, de las que hoy sólo se conservan cuatro y una albarrana, además de la Torre del Homenaje, transformada después en campanario.
El interior del recinto conserva la iglesia primitiva de finales del siglo XI y reformada en los siglos XV y XVIII, con su cripta románica abovedada y cuyo altar mayor presidía un bello retablo atribuido a Gil Morlanes, custodiado hoy en el Museo Diocesano de Huesca.
Asimismo se conservan restos del palacio abacial y de las dependencias de los canónigos, distribuidas en torno a dos claustros.
El recinto de planta poligonal se encuentra rodeado por una muralla doble con camino de ronda. Llegó a tener diez torres, de las que hoy sólo se conservan cuatro y una albarrana, además de la Torre del Homenaje, transformada después en campanario.
En su interior se conserva la iglesia primitiva de finales del siglo XI y reformada en los siglos XV y XVIII, con su cripta románica abovedada y cuyo altar mayor presidía un bello retablo atribuido a Gil Morlanes, custodiado hoy en el Museo Diocesano de Huesca. Asimismo se conservan restos del palacio abacial y de las dependencias de los canónigos, distribuidas en torno a dos claustros.
Desde 1972 y hasta 2011, la Subdirección General del IPCE ha llevado a cabo en el castillo más de una docena de intervenciones para limpiar, consolidar y restaurar sus muros, torres, fachadas y las murallas que lo rodean.
Entre estas actuaciones destaca la restauración realizada entre 2001 y 2003 en la fachada sur; el refuerzo de la mampostería de los muros entre 2006 y 2009 y la restauración, limpieza, consolidación y recuperación del entorno del muro sur realizada entre 2010 y 2011.
En 2015 se realizó un estudio geológico y arqueológico y entre 2017 y 2022 se ejecutan nuevas obras de consolidación y restauración de la fortaleza y la iglesia del castillo para garantizar la estabilidad del edificio y preservar la integridad del conjunto.
Tras una primera fase de estudio y obtención de informes petrográficos y geotécnicos, se emprendieron intervenciones estructurales de micropilotaje, recalces y cosido de muros con el objetivo de garantizar la estabilidad de las estructuras. A estas siguieron las intervenciones en el interior del castillo: excavación de rellenos con control arqueológico, consolidación de vanos y partes altas de muros, atado de grietas, rellenado de fisuras y puesta en marcha del sistema de drenaje perimetral para evacuar el agua al exterior del recinto reutilizando los trazados de la red de saneamiento descubiertos. En el desarrollo de las actuaciones en el interior de la fortaleza se descubrieron importantes hallazgos como el pavimento original enmorrillado de guijarros de piedra en pasos, pandas del claustro y en la Casa del Guarda y otros cerámicos también originales cuya intervención ha resultado especialmente compleja.
Las obras han culminado con el acondicionamiento del interior para garantizar la seguridad de los visitantes en su reapertura al público y aunque existen zonas con desniveles y riesgo de caídas debidamente señalizados, el castillo puede ser visitado y disfrutado con garantías de seguridad siempre que la visita transcurra por los recorridos establecidos y se encuentre regulada en cuanto a aforo.
La consolidación del paseador perimetral y su muralla así como la recuperación del acceso peatonal original en su ladera sur, aún quedan pendientes de realizar en futuros proyectos.