Catalogado desde finales del siglo XIX como Bien de Interés Cultural, el Monasterio de Santa María la Real de Nájera está constituido por un conjunto de edificaciones (iglesia, claustro, capilla, sacristía y residencia monacal franciscana) y se encuentra adosado al farallón de un monte, como prolongación de la gruta que dio origen al recinto.
Las patologías del inmueble se observaban en bóvedas y muros de algunas capillas y en algunos elementos del sistema de desagüe.
El objetivo de las distintas intervenciones que ha llevado a cabo el IPCE ha sido la consolidación y restauración de diversos sectores del conjunto monacal y la recuperación de algunos espacios para el uso público.
En una primera fase los trabajos se han centrado en la consolidación de elementos en la bóveda del lado de la Epístola, en el segundo tramo desde los pies de la iglesia, la restauración de muros de capillas en el Panteón de los Infantes, así como de distintos elementos de canalización en el Patio del Claustro de los Caballeros. En la planta primera se adecuaron espacios para nuevos usos públicos .
Los trabajos de consolidación y restauración más recientes se están realizando en las fachadas de la Portada Sur, Plaza de Santa María y Calle Rey Don García, incluirán la caracterización de materiales, limpieza, sellado de grietas, reintegraciones, restituciones puntuales de sillares, tratamiento de aleros y recuperación de huecos históricos.
En la nave central de la iglesia, la intervención prevista consistirá en la limpieza, retacado y sellado de fisuras de la plementería de las bóvedas. También está previsto reforzar los muros de la capilla de San Francisco, desmontando el retablo que alberga.
Finalmente, la intervención concluirá con el tratamiento de la zona exterior urbana con pavimento de piedra, la mejora y adecuación de cámaras bufas y la instalación de atriles informativos.Salto de línea
Período de ejecución: 2009-2011
Inversión: 402.142,70 €
Catalogado desde finales del siglo XIX como Bien de Interés Cultural, el Monasterio de Santa María la Real de Nájera está constituido por un conjunto de edificaciones, como la iglesia, el claustro, la capilla, la sacristía y la residencia monacal y se adosa al farallón de un monte, como prolongación de la gruta que dio origen al recinto.
Las patologías que presenta el inmueble se deben tanto a actos vandálicos como a los efectos del paso del tiempo y se observan en bóvedas y muros de algunas capillas así como en el deterioro de determinados componentes del sistema de desagüe.
El objetivo de la intervención es la consolidación y restauración de diversos sectores del conjunto monacal, así como la implementación de algunos espacios para el uso público.
Las acciones del IPCE en el monasterio son diversas: se está trabajando la consolidación de plementos en la bóveda del lado de la Epístola, en el segundo tramo desde los pies de la iglesia, la restauración de muros de capillas en el Panteón de los Infantes, así como de distintos elementos de canalización en el Patio del Claustro de los Caballeros. En la planta primera se está llevando la adecuación de espacios para nuevos usos públicos en la zona de la comunidad religiosa de los Padres Franciscanos.