En líneas generales, la pieza se encontraba en buen estado de conservación. El soporte no presentaba patologías graves, únicamente pequeñas pérdidas y dos perforaciones de anclaje a un posible soporte trasero. La policromía ofrecía ligeros desgastes por erosión y pequeños impactos, que no afectaban seriamente a la unidad cromática del conjunto. El estrato de barniz manifestaba un considerable oscurecimiento fruto de un proceso de oxidación. Se observaban repintes en cabellos, nimbos y cruz y podían apreciarse restos de arcilla entre los pliegues del manto de la Virgen, posible fruto de la realización de un molde de la obra.
En primer lugar, se procede a la retirada del marco de madera y a la limpieza de la superficie y eliminación del barniz de resina oxidado, previo análisis de la policromía para elegir solventes que no afecten a la misma. A continuación, se lleva a cabo la eliminación de los repintes a punta de bisturí, que constituye uno de los puntos más delicados de la intervención, y la entonación cromática de las áreas con pérdidas de policromía mediante veladura de acuarela. En último lugar, se aplica una capa de protección de la policromía, mezcla de resina dammar y White Spirit al 5%, para recuperar el aspecto satinado que tuvo el pulimento primitivo del alabastro. Por otra parte, se aplica un tratamiento de desinsectación, limpieza y consolidación al marco de madera que acompañaba al relieve.