Periodo de ejecución: 2016 - 2019
Inversión: 1.993.860,23 €
El monasterio, situado entre las localidades burgalesas de Hortigüela y Covarrubias, fue fundado el año 912 por Gonzalo Fernández y se convirtió en uno de los centros monásticos más importantes del reino de Castilla. El complejo vivió largos siglos de esplendor, y con ellos numerosas ampliaciones y transformaciones arquitectónicas. Los restos más antiguos conservados corresponden a su iglesia, construida en el año 1080.
En 1835, a consecuencia de la desamortización de Mendizábal, el conjunto fue súbitamente abandonado. Se inició entonces un proceso de deterioro y saqueo, favorecido por el aislamiento del edificio. En 1931 el conjunto fue declarado Monumento Histórico-Artístico, pero en los años 50 del siglo XX pudo quedar anegado por la construcción del embalse en el valle de Arlanza aunque afortunadamente el proyecto fue paralizado.
Actualmente, el monasterio consta de tres zonas principales: la iglesia, el claustro procesional y el claustro menor o de monjes. Entre los dos claustros existen una serie de estancias como son la torre de la antigua sala capitular; la crujía transversal y la sacristía; y adosada al muro norte de la iglesia una torre.
Las primeras obras de restauración se emprendieron entre 1980 y 1983. Como continuación a estos trabajos, en 2013 el IPCE encarga la realización de un informe donde se refleja la necesidad de acometer una serie de medidas que garanticen la estabilidad y la estanqueidad del conjunto.
La restauración se ha centrado en consolidar la estabilidad del monumento y evitar el avance del estado de deterioro. También se han tomado medidas para garantizar el acceso público de las estancias situadas en la planta baja. Los trabajos han incluido tanto el tratamiento de los solados existentes como la instalación de nuevos solados especiales para la accesibilidad, así como rampas de madera para salvar accesos escalonados y escaleras que permiten la ampliación del recorrido turístico. Asimismo se han incorporado elementos explicativos que contribuyen a la mejor comprensión del inmueble. Las actuaciones acometidas han permitido garantizar la conservación del monasterio y suponen una mejora en las condiciones de acceso y el disfrute del público.
Las distintas fases de trabajo han permitido acometer la limpieza y restauración en la iglesia y los dos claustros, acondicionar los espacios de las plantas superiores con la instalación de una nueva cubierta, así como la realización de trabajos arqueológicos que han sacado a la luz elementos originales de las etapas medieval y moderna, integrados ahora en el recorrido de la visita.