La conservación preventiva es una estrategia basada en un método de trabajo sistemático cuyo objetivo es evitar o minimizar el deterioro de un bien cultural mediante el seguimiento y control de los riesgos de deterioro que le están afectando o pueden hacerlo en un futuro.
Los aspectos más técnicos de la práctica de la conservación preventiva empiezan por la identificación y diagnosis de los agentes de deterioro que afectan a los bienes culturales. Posteriormente se adoptan medidas para impedir que siga produciéndose el daño, aunque esto no siempre se consigue de forma total, por lo que es necesario establecer una estrategia de prevención basada en procedimientos y protocolos para el seguimiento, control y minimización del deterioro.
Tanto para la fase de diagnóstico como la de seguimiento se emplean diversas técnicas, siendo las más importantes:
Monitorización de parámetros ambientales basada en sensores inalámbricos.
Análisis de contaminantes atmosféricos.
Medida de concentración de Compuestos Orgánicos Volátiles.
Fotometría, seguimiento de la luz y radiaciones asociadas (UV e IR).
Termografía infrarroja.
El análisis estadístico también es una herramienta importante para las labores de seguimiento.
El Instituto del Patrimonio Cultural de España ha participado, junto con el Museo Arqueológico Nacional (MAN) y la Subdirección General de Museos Estatales, en el estudio llevado a cabo con el objetivo de analizar el estado de conservación de las tres damas ibéricas del MAN -la Dama de Elche, la Dama de Baza y la Dama del Cerro de los Santos.
El grupo de trabajo interdisciplinar creado por el Ministerio de Cultura y Deporte, a petición de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, ha desarrollado una metodología de trabajo que podrá emplearse como una herramienta que garantizará la calidad de futuras intervenciones de conservación y restauración en escultura ibérica.
El estudio realizado, publicado en este informe , continúa y refuerza los realizados en años anteriores, implementando nuevas herramientas de control y conservación.
El Ministerio de Cultura y Deporte, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España, ante la pandemia por COVID-19 preparó una serie de documentos técnicos con recomendaciones sobre procedimientos de desinfección en bienes culturales, dirigidas a gestores y propietarios de bienes culturales, así como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que tenían que actuar en esta situación de emergencia.
En el marco del proyecto de intervención del edificio ocupado por la Biblioteca Nacional de España y el Museo Arqueológico Nacional, y a propósito de las obras de rehabilitación de este último, se ha instalado un sistema de seguimiento en continuo de contaminantes atmosféricos (O3, NOX, SO2).
A partir del análisis de los datos obtenidos se estudia desde 2009 la posible relación de la contaminación con el deterioro que sufre la piedra de las fachadas.Salto de línea
En el marco del Convenio de conservación de arte rupestre firmado con el Gobierno de Cantabria, la sección de conservación preventiva, en colaboración con el departamento de óptica de la Facultad de Físicas de la UCM, desarrolla un proyecto de investigación para la iluminación de las cuevas de El Castillo y Las Monedas para compatibilizar y optimizar las condiciones de conservación, la percepción del arte rupestre contenido en ellas y la seguridad de los visitantes.
En el marco de la intervención del Real Monasterio de Santa María de El Paular, la sección de conservación preventiva lleva realizando desde hace años diversos estudios sobre condiciones ambientales, seguridad, sistemas expositivos, etc.
Actualmente se están realizando análisis y monitorización de los factores ambientales con la finalidad de diseñar herramientas de conservación preventiva para este y otros entornos patrimoniales.
La monitorización de los depósitos de polvo y los flujos de aire se llevan a cabo a través de unos portaobjetos de vidrio de microscopía colocados en unos soportes verticales junto a los cuadros, en cada una de las galerías del Claustro y unos dosímetros de dióxido de nitrógeno.
Estos trabajos se están realizando en colaboración con la University College London, dentro del contexto del consorcio del proyecto europeo Iperion HS, y en relación con el desarrollo de métodos e instrumentos para la conservación preventiva, en el que participan instituciones de otros diez países.
La Guerra de Ucrania ha supuesto una nueva situación de riesgo no contemplada hasta el momento en los Planes de Salvaguarda de Bienes Culturales de nuestro entorno. Desde el IPCE, a petición de la Dirección general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, se preparó un documento técnico para evaluar la afección de este tipo de riesgos en bienes culturales custodiados en inmuebles y proponer medidas de protección.
Los trabajos han consistido en la inspección técnica, supervisión y asesoramiento en la instalación de vitrina y acondicionamiento de la sala. Se han revisado y corregido las propuestas museográficas hasta alcanzar las soluciones adoptadas, con el objetivo de controlar no sólo las condiciones ambientales sino también otros riesgos relacionados con la conservación preventiva como la accesibilidad , la estabilidad y seguridad de los objetos o la viabilidad del mantenimiento de las instalaciones.
El Programa de Investigación para la conservación preventiva y régimen de acceso de la cueva de Altamira (2012-2014), realizó un diagnóstico del estado de conservación de la cueva y determinó el impacto de la presencia humana sobre la conservación de estas pinturas rupestres.
Para el desarrollo del Programa se contó con la Dirección Científica de Gaël de Guichen y la colaboración de más de sesenta investigadores de diferentes instituciones. El Programa se estructuró en seis proyectos interrelacionados: Proyecto de Control del biodeterio, Proyecto de Seguimiento ambiental, Proyecto de Conservación del soporte y la policromía, Proyecto de Accesibilidad, Proyecto de Valor social y Proyecto de Comunicación y memoria cuyas conclusiones se interrelacionan en el Plan de Conservación Preventiva de la Cueva de Altamira.
El Programa se ejecutó en dos fases de actuación. La primera (agosto/ 2012 - diciembre/2013) estableció los objetivos, metodología y equipamiento necesarios para cada proyecto, analizó la documentación y estudios precedentes y realizó un primer diagnóstico y valoración de las condiciones de la cueva. En la segunda fase (febrero - septiembre/2014), se analizó el impacto de la presencia humana en la cueva mediante protocolos para su acceso controlado en visitas experimentales. El 12 de septiembre de 2014 el Patronato de Altamira aprobó la aplicación del Plan de Conservación Preventiva de la Cueva de Altamira. La documentación resultante sintetiza los trabajos y análisis realizados y propone una estrategia de control de la conservación de la cueva. Los informes I, II y IV pueden consultarse online y los anexos documentales incluidos en el informe III están a disposición del interesado.