Desde mediados del siglo pasado la Administración General del Estado contaba con tres organismos dedicados a la conservación y restauración del Patrimonio Cultural: el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN), el Instituto de Conservación y Restauración de Obras de Arte (ICROA) y el Servicio Nacional de Restauración de Libros y Documentos (SELIDO).
Todos ellos herederos de las funciones ejercidas por la primitiva Junta Superior del Tesoro Artístico, creada por la Ley de 13/05/1933, del Patrimonio Artístico Nacional y su Reglamento de 16/04/1936.